Los viví con mis amigas, con mis hermanas del alma, las amo mas q nada en este mundo
LOS AMIGOS SON LA FAMILIA QUE UNE ELIGE CON EL CORAZÓN
Soledad. Era todo lo que sentía en
aquel momento. Dentro de su interior solo añoraba con poder olvidar sus
amarguras, escondido detrás de la tapa de un libro. No de uno en especial, sino
de cualquiera, no importaba si hablaba de economía, geografía o simplemente era
una historieta, en estos casos hasta un diario o una revista le venía bien.
Muchas veces había pasado unos cuentos papelones, ya que por no haberse querido
dar por aludido de ciertas cosas se hacía el que leía pero sin haberse percatado
de una cosa fundamental; el texto estaba al revés. La mayoría de los de la junta
ya se habían acostumbrado a que actuara de esa manera, ya no era un problema
como al principio.
Y ahí estaba Juan, sentado en su vieja silla dentro de su
humilde cocina-comedor. No era que le daba vergüenza, por supuesto que no. Él
había hecho toda su vida trabajos caritativos, ayudando en las guerras y esas
cosas, ya que era lo único que podía hacer,
Juan llevaba consigo una
enfermedad incurable, la cual arrastraba de por vida.
Las alfombras de
varios colores deshilachad as, capas de polvo sobre los muebles, maderas por
todas partes… madera, pero no personas. A veces se preguntaba porque no tuvo un
hermano, o tal vez por que la vida, tan injusta, le había quitado a sus
compañeros de ruta, a sus amigos.
De repente sonó la alarma del reloj cucú de
la cocina, otra vez iba a llegar tarde. Se miró en el espejo como quien no
quiere la cosa, y a pesar de sus 37 años, parecía más viejo. Su pelo castaño y
corto con un mechón sobre su frente empezaba a deslumbrar unas cuantas canas
grises; sus ojos color miel ensombrecidos por unas ojeras y su cara con pequeñas
cicatrices, en suma con su barba de 3 días, le daban un aspecto de
des prolijidad. Pero no por esto su ropa. Siempre usaba trajes en la gama de los
marrones, remandados por él mismo para tapar los agujeros hechos por las
polillas, y su capa negra casi gris por el tiempo. Era hombre de pocos
lujos y muchos principios, dispuesto siempre a ayudar al
necesitado.
Consideran do que ya debería haber salido, corrió hacia la puerta
y se desapareció entre la espesa neblina de la fría mañana.